Episodio Introductorio al Evangelismo del Siglo XXI
Corría el año 1912, cuando el prominente predicador estadounidense, Dwight L. Moody, invita por algunas semanas a ministrar la Palabra del Señor a su Iglesia local al Pastor Bautista Escocés John Harper. En aquel entonces, el Rev. Harper gozaba de un gran prestigio en el mundo protestante, ya que desde muy pequeño se destacó por ser un gran estratega de la evangelización. De ello se cuenta que con tan solo 25 años se convirtió en Pastor y que aquella iglesia creció rápidamente de 25 miembros a 500, donde posteriormente hubo que mudarse a un nuevo local mucho más grande, en la calle Pantation.
Respecto de la invitación mencioanda anteriormente, el Rev. Harper (viudo con tan solo 35 años), se embarcó hacia estados unidos (el 15 de abril de 1912), junto a su hija y su hermana (desde escocia). En ese viaje, en la madrugada del 19 de abril, el transatlántico en el que navegaban naufragó tras impactar contra un iceberg. Esa embarcasión era el mítico naviero RMS británico, conocido hsitóricamente como el Titanic (naviero mundialmente conocido por la catástrofe del atlántico). La historia protestante-evangélica da cuenta que en aquel momento del impacto sucedió un hecho sorprendetemente maravilloso a la luz del mensaje evangelístico que tanto nos caracteriza, ya que quedó registrado (gracias a uno de los sobrevivientes de la catástrofe), que en el momento del desastre, se vivió uno de los episodios más increíbles en cuanto a la evangelización y que fue llevada a cabo precisamente por el gran Rev. John Harper. Uno de los sobrevivientes de aquella fatídica noche, nos cuenta que:
“Cuando el barco golpeó el iceberg, solo su hija y su hermana sobrevivieron a ello, gracias a que fueron rescatadas en un bote salvavidas, pero él murió. Harper tuvo que permanecer en cubierta y saltó al agua mientras el barco comenzaba a hundirse. Alguien que sobrevivió cuenta que Harper aun cuando estaba por morir, él predicó el evangelio a este muchacho (el sobreviviente). Mientras se daba el vaivén de las olas, el joven ve acercarse a Harper, cuando repentinamente (el Pastor), al ver al joven, no dudó ni un segundo y comenzó a citarle con voz potente la frase: «Estimado joven ¿eres tú salvo?, a lo él joven respondió: no, no lo soy. Entonces Harper respondió: Cree en Jesús y serás salvo…», en alusión a Hechos 16:31 que dice “Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa”.
Libro: The Titanic´s Last Hero.
(El último héroe del Titanic)
Publicado por Moody Admas.
El Mensaje Evangelístico para el Siglo XXI
La pasión por la evangelización demostrada por el Rev. John Harper durante sus últimos minutos de vida, nos hace reflexionar y cuestionarnos a nosotros mismos sobre las estrategias y el tipo de evangelismo que hemos estado llevando a cabo durante esta era del siglo XXI. Si miramos el contexto de las Sagradas Escrituras sobre el mensaje evangelístico, vemos que el evangelio es la buena nueva, la gloriosa nueva de que Dios, a través de Cristo, vino a nuestro planeta, vivió, murió y resucitó para quitar el pecado del mundo. Esta maravillosa obra realizada por nuestros Señor Jesucristo en la Cruz del Calvario es una muy oportuna noticia que se debe divulgar por todos nosotros, toda vez que nos muestra la realidad espiritual que posee el ser humano (debido a sus efectos), está condicionada vivir en la esclavitud del pecado y que la única solución inteligible y justificante es la fe en el sacrificio redentor realizado por nuestros Señor Jesucristo, para remisión de nuestros Pecados. A decir verdad, muchos de nosotros hemos descuidado ese discurso respecto a la naturaleza humana, impidiéndonos ver la Gloria del Cristo Crucificado y Resucitado, por motivos de sustiuir una proclamación del evangelio que es totalmente difuso y contrario al espíritu Bíblico Salvífico. El hecho de que la actual naturaleza espiritual de la raza humana haya de ser muerta en delitos y en pacados, nos debe amonestar a reevaluar nuestros “discursos” evangelísticos que hemos estado enunciando hasta ahora, en función del propio mensaje revelado en las Sagradas Escrituras que es para Salvación de la raza humana. Esta revelación de la Gracia Redentora viene de parte de nuestro Señor Jesucristo, por la proclamación del evangelio que Convence de Pecado (o de la realidad espiritual pecaminoza de la raza humana), por el Espíritu Santo.
La Centralidad del Evangelio Bíblico para el Siglo XXI
Si precisamente la redención del ser humano es la solución a la realidad espiritual de éste, el Evangelismo Bíblico debería ser el mensaje que debiésemos enunciar en todos nuestros espacios destinados a la proclamación del evangelio, toda vez que el Sacrificio Sustitutivo de nuestro Señor Jesucristo es la centralidad del Evangelio mismo y es el medio eficáz que utiliza el Espíritu Santo para convencer de pecado a la humanidad impía. Ese debería ser el mensaje a utilizar por todos quienes adherimos a la comsmovisión cristiana protestante-evangélica (tanto de la vereda de la Pentecostalidad, como del protenstantismo en general), pero a decir verdad, pareciera ser que muchas de las nuevas generaciones han perdido de vista la centralidad del discurso del evangelio y del deseo santo de enunciar con pasión tan importante labor mandatada por nuestro propio Señor Jesucristo. El hecho de que nuestro Dios se haya humanizado para por medio de su sacrificio redentor se quite el pecado del pecador, se vuelve el discurso más potente que pueda existir para beneficio de la misma raza humana caída (raza caída porque se encuentra en estado de corrupción espiritual, provocada por los efectos del pecado).
Al respecto de la gravedad del pecado que carga la raza humana sobre si misma, es un importante diagnóstico que debemos considerar y no descuidar en nuestras proclamaciones kerigmáticas, por motivos de que en varios escenarios evangelísticos se ha diluido el mensaje central por otras realidades que son ajenas a la esencia Bíblica respecto de la condición humana pecaminoza. Esos sustitutos muchas veces están cargados de emocionalidades, de falsas espectativas, ofertas sensacionales y tantas otras más que nada tienen que ver con la Centralidad del Evangelio Bíblico. El mensaje de la Cruz es por antonomasia el argumento que transforma a la raza humana. Es el medio efectivo (en cualquier tiempo y en cualquier época de la historia de la humanidad), para erradicar la gravedad del pecado, toda vez que el ofrecimiento de nuestro Señor Jesucristo nos entrega gratuitamente la esperanza eterna de erradicar por siempre aquella condición para darnos una nueva vida o un nuevo estado espiritual que nos abre el paso al estado de glorificación final en la consumación de su reino eterno.
Ahora bien, la cuestión del pecado no debe de ser tomada a la ligera, dado que su alcance dañino es letal para todos nosotros y que el reconocerlo como un factor esencial en la predicación del evangelio, nos dará comprensión necesaria para manifestar la Gloria del Señor y su Efectiva Convición de pecado por medio del Espíritu Santo para alcanzar a los perdidos en delitos y pecados. El pecado debe verse como una realidad adversa para el ser humano y que ser portador de ello, constituye ser enemigos del Dios Santo, Perfecto y Justo (el pecado en primera instancia debe de ser visto como infracción o transgresión a la Ley de Dios[1] que afrenta la condición Santa de Dios y ofende su Justicia, ante sus Atributos de Perfección). Es por eso, que la Centralidad del Mensaje del Evangelio nos ayudará a comprender su vida dinámica (en y a través de nosotros), en la medida que confiemos en Él; no por nuestros méritos, sino por pura e inmerecida gracia. ¡Esa es la mejor noticia que alguna vez haya recibido nuestra humanidad!
Interrogantes para el Evangelismo del Siglo XXI
Con tan buenas noticias ¿por qué tantos se sienten inadecuados a la hora de compartir su fe? ¿Por qué resulta tan ardua la tarea de la iglesia de capacitar a los creyentes para poder compartir el glorioso evangelio con confianza? Igualmente ¿Cómo alentamos a nuestros “fieles” a compartir las buenas nuevas de Jesús? ¿Cómo podemos capacitar a nuestras iglesias para ser internamente fuertes y al mismo tiempo estar atentos a los de afuera, con personas apasionadas por el amor de Jesús? ¿Existe alguna manera de implementar el evangelismo que sea bíblicamente sólida y culturalmente relevante a la vez? ¿Encontramos en la Biblia principios que sean efectivos para la cultura escéptica del siglo XXI? Ahora más que nunca necesitamos mayor claridad respecto de cómo cumplir el mandato de “ir y hacer discípulos”.
Como cristianos Pentecostales, que formamos parte de la Iglesia Universal de los Redimidos por Cristo, estamos desafiados por nuestro Señor mismo a “ir y hacer discípulos” a todas las naciones, en todos los lugares, y en cada momento que tengamos de vid, para llamar al arrepentimiento y la conviccón de pecado como parte del testimonio central del plan de Dios de traer su reino aquí a la tierra, como es en el cielo. Sin embargo, muchas de las “estrategias” evangelísticas que funcionaron en el pasado ya perdieron su efectividad, particular y precisamente, porque nos hemos olvidado de la proclamación Kerigmática del Evangelio de la Cruz, mediante la Justificación por la Fe, dispuesta gratuitamente al ser humano por Gracia Inmerecida, por medio de Jesucristo nuestro Señor, Dios y Redentor.
Estrategias para el Evangelismo del Siglo XXI
Dado lo anterior, se torna necesario y sumamente relevante compartir algunas Estrategias de Evangelismo que han sido efectivas en muchas iglesias, desde el primitivo cristianismo hasta el Siglo XXI (como así lo experimentó la iglesia de Harper y Moody):
La primera de las Estrategias; es el Evangelismo Personal. ¿Qué tiene de especial el Evangelismo Personal? Es una metodología basada en realizar Evangelismo de Persona a Persona, bajo las condiciones que sean necesarias, pero realizando un seguimiento de los individuos (a través del tiempo). Esta metodología está orientada a todas las personas sin discriminación. Es el trabajo que se desarrolla individualmente, donde cada cristiano es impulsado (por su ferviente fe), a anunciar y compartir las verdades que lo llevaron a la salvación de su alma. Marcos 16:15 dice: Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Este trabajo tiene apoyo bíblico pues la evangelización no se redujo solo a la autoridad de los apóstoles, también los primeros cristianos se sintieron motivados por la efervescencia que se comenzaba a manifestar en los inicios de la iglesia, por lo tanto, la importancia del evangelismo personal radica en que realmente es la voluntad de Cristo que cada creyente se convierta en portavoz de su palabra y poder (ver ref. en Marcos 5:19 y en Lucas 8:38-39). En esto cada cristiano posee una experiencia de parte de Dios, el acto de la misericordia y amor manifestado en su favor es razón suficiente para que realice el trabajo de evangelismo personal.
Es necesario que el que va a realizar el trabajo de evangelismo “sea una persona regenerada”, bautizada en el nombre del Señor Jesucristo y se encuentre en el ejercicio de una nueva vida; es conveniente que conozca ciertos requisitos esenciales para que le den seguridad, tanto en lo que haga como en lo que diga. Pablo dice a Timoteo (1 Tim. 4:16): «Ten cuidado de ti mismo», esto se refiere directamente al cuidado de su persona, obligado a vivir una vida ejemplar, libre de cualquier sospecha o dudosa conducta, su vida debe ser íntegra; de manera que la gente a la cual evangeliza pueda mirarlo de cualquier ángulo y siempre encuentre en él, un verdadero cristiano, y un digno portador de la palabra de Dios. Además, el consejo Paulino agrega: «y de la doctrina», esto no se refiere a que ésta esté incompleta y que hay que complementarla, sino en trazar bien la palabra de Dios y hablar en conformidad a lo que la doctrina demanda.
La segunda de las Estrategias; es el Evangelismo Explosivo. ¿Qué tiene de especial Evangelismo Explosivo? En el Ministerio de Evangelismo Explosivo, no sólo se le enseña al creyente cómo compartir efectivamente su fe en Cristo, sino que también se le instruye gradualmente en la práctica de entrenar a otros entrenadores de «ganar almas». De este modo, toda la congregación se involucra en el proceso de evangelización, trayendo como resultado un crecimiento explosivo en la iglesia local (ver ref. en 2 Timoteo 2:2, donde dice: «Lo que has oído de mí… esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros»). Una vez que los miembros han asistido a un entrenamiento intensivo de 5 o 9 días, el pastor y/o líder quedan capacitados para iniciar el proceso multiplicador en su propia iglesia. Durante esa semana se le equipará para poner en práctica en forma exitosa este ministerio en su congregación, capacitándole para entrenar a otros líderes y miembros de su congregación, quienes poco después podrán a su vez entrenar a otros. En poco tiempo, los efectos de este proceso multiplicador se hacen evidentes en el crecimiento numérico y espiritual de la iglesia.
No todas las congregaciones han incursionado en este modelo Estratégico de Evangelismo, perdiendo la posibilidad de experimentar efectivamente el crecimiento de la iglesia.«Mucho esfuerzo y poco resultado» esa es la conclusión a la que muchas veces llegan muchos pastores después de cargar sobre si la responsabilidad de evangelizar en la iglesia local. Pero la realidad es que la iglesia de Jesucristo crecerá a una velocidad vertiginosa si se les prepara en la “Proclamación del Evangelio de la Cruz”, con argumentos tales como la Sustitución, la Reconciliación, la Redención, la Propiciación, entre otros.
La tercera de las Estrategias; es el Evangelismo Creativo. ¿Qué tiene de especial Evangelismo Creativo? No es otra cosa que simplemente dar a conocer la salvación por medio del sacrificio de Jesús para todas las personas. Es llevar ese mensaje de esperanza y misericordia que el mismo Jesús vivió mientras caminó junto a sus discípulos. Es nuestra labor ser el emisor que Dios necesita para que su palabra y vida sea llevada hasta los confines de la Tierra. A simple vista parece la tarea más complicada de ser cristianos, y es natural sentir toda esa dificultad sobre nuestros hombros, pero no es hasta que vivimos y meditamos en los evangelios que alcanzamos a entender que el mismo Cristo vino, nos habló de forma sencilla, como si fuéramos amigos de toda la vida, nos brindó esperanza y misericordia hasta este momento de nuestras vidas. Así es que Dios sin ningún libreto escrito nos invita a usar algo a lo que el ser humano siempre se resiste, eso de la “Creatividad”. Su encomienda era convertirse en el segundo éxodo del pueblo de Israel y lo logro hacer de las formas más interesantes y poco convencionales posibles. Desde hablar en parábolas, para que todos entendieran, hasta el adiestramiento personal que tuvo con sus discípulos, para que continuaran su gran comisión.
La creatividad es la capacidad de que habitualmente producen soluciones originales. Es la capacidad de ver nuevas posibilidades y hacer algo al respecto. Consiste en encontrar procedimientos o elementos para desarrollar labores de manera distinta a la tradicional. Nuestra creatividad debe estar centrada en Él, Jesús es nuestro modelo para seguir. Fuimos hechos a imagen y semejanza de un Creador lleno de Creatividad.
Todos tenemos algún talento que manifestar, algún arte que expresar o alguna habilidad para crear. Somos responsables de que la palabra de Dios sea esparcida hasta los confines de la Tierra y lo más interesante es que no nos dice la manera o formula o como rayos vamos a lograrlo, así que debemos ser lo suficientemente creativos para hacer la voluntad de nuestro padre celestial y lo más prácticos posibles para que las multitudes caminen al paso de Cristo.
Palabras Finales para el Evangelismo del Siglo XXI
En síntesis, podemos notar que, desde la Iglesia Primitiva, pasando por las diversas eras del cristianismo, deteniéndonos en la pasión de los Reformadores, en los Post-Reformadores, en el ejemplo mismo del Pastor John Harper y finalmente en tantos otros grupos más que aún viven en este siglo XXI, como lo ha sido principalmente el mundo Pentecostal, es importante prestar atención a estas Estrategias de Evangelización, ya que encontraremos una ayuda increíble para cumplir con el mandato irrevocable entregado y/o decretado por nuestro maestro quien delegó a sus doce discípulos que fueran a las ovejas perdidas de Israel, para predicarles el Reino de los Cielos, con autoridad sobre los demonios y poder para sanar enfermedades. Esto hicieron los Apóstoles y las comunidades de la Iglesia Primitiva, yendo por todas las aldeas, al que primero, los llamó para conformarlos como equipo, darles autoridad y enviarlos a la gente. (Mt. 9:36-38; 10:1,5). Tanto en la vida de Jesús como en la de sus discípulos vemos un factor determinante que los llevaba a ser eficaces en su trabajo evangelístico. Ellos tenían vidas dispuestas y enfocadas la misión de Dios; además eran personas llenas, controlados, guiados y usados por el Espíritu Santo. Por tanto, una vida consagrada será usada para los propósitos del Señor e irá en sociedad con el Espíritu Santo que es el mejor medio para una buena evangelización. Donde finalmente, estas Estrategias nos permitirán alcanzar a miles de personas que viven una vida sin Dios y no han escuchado el potente llamado de que “Crean en Jesús y serán Salvos”. Así como el Rev. Harper, el mundo Pentecostal ha desarrollado oportunamente esa misma labor desde su aparición en esta tierra, por lo que invitamos a las demás corporaciones protestantes, a no descuidar la labor kerigmática de proclamar el evangelio de Cristo por todas partes de este mundo caído.
Bibliografía
- Libro de Romanos (Biblia).
- www.ontheredbox.com
[1] 1 Juan 3:4