Introducción al Avivamiento Pentecostal en Chile
El Avivamiento Pentecostal en Chile comenzó a sentirse con gran fuerza desde los inicios del año 1909, donde la congregación de Valparaíso liderada por el Rev. Hoover, dio inicio a una experimentar en un plan de estudios bíblicos, en jornadas de oración cada vez más intensas, en predicaciones doctrinales para crecimiento espiritual de la iglesia que derivaron en constantes manifestaciones del Espíritu en lenguas, sanidades y conversiones de personas que experimentaban la convicción de sus pecados por el poder del Espíritu Santo.
El avivamiento pentecostal alcanzó su expresión máxima entre agosto y septiembre del año 1909, cuando las reuniones realizadas tanto al interior del templo, como en los espacios públicos, aquella congregación liderada por el Rev. Hoover, provocó la reacción de la prensa y autoridades locales la que no estuvo exenta de persecución. Estas manifestaciones fueron creciendo gradualmente hasta que el domingo 12 de septiembre, cual estruendo del pentecostés del Libro de los Hechos, la iglesia explotó en todo tipo de manifestaciones, similares a las vividas en los otros avivamientos extranjeros. La noticia se expandió rápidamente por todo país.
Este 2021, cuando ya se cumplen 112 años de aquella gran Manifestación del Espíritu Santo en la Congregación de los hermanos de Valparaíso, reconocemos públicamente algunos elementos que dieron origen, sentido, forma, soporte y fuerza de aquél Avivamiento de Calle Retamo 721, elementos que forman parte de la historia de los Pentecostales y que son dignos de destacar en esta celebración, puesto que, el Señor en su soberana voluntad dio inicio al más grande mover de santidad ocurrido en la historia de nuestro largo y ancho país
Primer Elemento del Avivamiento Pentecostal Chileno
El primer elemento al que se tiene registro en este Movimiento Pentecostal en Chile de 1909, es el importante énfasis dado por el Rev. Hoover y su congregación de Valparaíso, al Estudio de la Palabra de Dios, como fundamento y principio regulador para las manifestaciones del Espíritu Santo que se evidenciarían en aquella época. Ese elemento del Estudio de las Sagradas Escrituras nos permite entender a cabalidad la actitud de arrepentimiento y búsqueda constante de la santidad de los miembros de la iglesia, puesto que en un Estudio Bíblico Dominical comienza a gestarse el gran Avivamiento Espiritual que se ampara a la luz del Pentecostés de Hechos capítulo 2 realizado por el Rev. Hoover, para doctrina de su cuerpo de profesores, presbíteros, oficiales y miembros en general en toda la congregación. Ahí vemos la gran exhortación profunda y detallada del Rev. Hoover, reconociendo sobre el pasaje del Aposento Alto, el Nuevo Sinaí que revelaba la Manifestación del Espíritu Santo con fuego ardiente, ya no sobre una zarza de monte natural, sino que, ahora sobre 120 pentecostales de la iglesia del tiempo de los Apóstoles, que fueron llenos del Poder del Fuego Pentecostal. Tan poderoso fue el estudio de la Palabra de Dios, que un hermano de la Iglesia, tocado por el Espíritu Santo, puesto en pie dirigió la siguiente pregunta al Rev. Hoover: ¿Qué impide que nosotros seamos una iglesia como esta iglesia primitiva? A lo que Hoover respondió: “No hay impedimento alguno, sino solo el que esté en nosotros mismos”. Así que, luego de aquella respuesta dada por el Rev. Hoover, todos los líderes junto a los miembros de la iglesia, asumieron el compromiso anual de ser como la Naciente Iglesia que aparece registrada en el escrito de Lucas en la época de la Fiesta del Pentecostés que tuvo como respuesta de eso, que todo acto, toda persona, toda manifestación de Dios ocurrida en las Lecciones del Estudio Bíblico Dominical, se les presentó como estímulo de la Manifestación del Espíritu Santo del Señor. Gloria a Dios, por este Elemento tan necesario para la Iglesia, el de escudriñar las Escrituras, como se nos enseña en su Palabra para manifestación de su Espíritu.
Segundo Elemento del Avivamiento Pentecostal Chileno
El segundo elemento al que se tiene registro en este Movimiento Pentecostal en Chile de 1909, es el importante énfasis dado por el Rev. Hoover y su congregación de Valparaíso, a la Búsqueda de Dios en Oración, como pilar de sostenimiento de todas las Manifestaciones dadas por la actividad del Espíritu Santo a la iglesia de aquél entonces. De esa experiencia, vemos la condición de gran fervor dados por la iglesia que planificaron un plan de Oración Semanal reunidos todas las noches orando en el nuevo templo y que al pasar las semanas, la presencia del Espíritu Santo se hizo sentir en las vidas de los hermanos con una manifestación sorprendente sobre todos los miembros, donde comenzaron a hablar nuevas lenguas que parecían estruendos de muchas voces, al que todos unánimes comprendían que era una manifestación del Espíritu de Dios, sobre ellos. En esos días de oración, un hermano que era empleado como Sereno donde se construía una casa, vino hacia el Rev. Hoover para contarle que estando en su casa durmiendo de día (puesto que de noche trabajaba), vino el Señor y le dijo: “Despiértate, quiero hablarte. Anda donde tu Pastor y dile que llame a algunos hermanos más espirituales y que oren todos los días, porque voy a bautizarles con lenguas de fuego”. A lo que el hermano le respondió: “¿Y yo puedo ser uno de ellos? Sí, me dijo. Y se fue inmediatamente a transmitir el mensaje del plan de oración dado por el Señor. Al contarles, no quedó duda alguna que era la voluntad del Señor, porque el pasar las semanas las manifestaciones comenzarían a surtir efecto en las vidas de los inconversos. Aleluya al Cordero de Dios, que nos da este Elemento para la manifestación de su Espíritu.
Tercer Elemento del Avivamiento Pentecostal Chileno
El tercer elemento al que se tiene registro en este Movimiento Pentecostal en Chile de 1909, es el importante énfasis dado por el Rev. Hoover y su congregación de Valparaíso, a la Predicación de la Doctrina de Cristo, como elemento estructural de la fe pentecostal, puesto que ellos reconocieron que el mensaje de redención provisto por nuestro Señor Jesucristo, era el medio eficaz utilizado por el Espíritu Santo para convencer de pecado al no creyente, al predicarles que Cristo Salva, Bautiza, Santifica, Sana y Viene. Testimonio de ello, tenemos las incontables conversiones de muchos hermanos que recientemente habían salido libres de la cárcel llegaban a escuchar las predicaciones al templo y entraban corriendo a dar su vida a Cristo reconociendo que Cristo era el único que los podía lavar y limpiar de sus pecados, para darles salvación eterna. Otro ejemplo de ello, es el caso previo al avivamiento de 1909, cuando en la Conferencia Anual de la Iglesia Metodista Episcopal, donde el acontecimiento memorable de esa Conferencia fue el sermón del Obispo Bristol donde en palabras del Rev. Hoover: “todo fue grande, sublime, y cual torrente, se desbordaba e inundaba las mentes y los corazones, sujetando la respiración y rompiendo la fuente de las emociones en risas, lágrimas y en exclamaciones casi de aturdimiento”. Y como conclusión de ello, el Rev. Hoover expresó: ¿Y qué fue eso? «claramente ahí Predicamos a Cristo Crucificado». Donde en el desarrollo del «tema» el Espíritu Santo fue ensalzado, y El mismo estaba presente dando vida y poder a las palabras del predicador. Ninguno que le oyó puede olvidar aquella noche”. Bendito sea el Nombre del Señor, que nos da este Elemento para la manifestación de su Espíritu en medio de su Iglesia.
Síntesis del Avivamiento Pentecostal en Chile
No queda duda alguna, que fueron muchos más los elementos que dieron soporte al Origen del Movimiento Pentecostal en Chile del año 1909, de los cuales se han escritos varios libros que demuestran el poder del Espíritu Santo habitando en medio de su Iglesia y que oportunamente, en esta época, somos exhortados a atesorarlos como parte de nuestra identidad del pentecostal del pueblo chileno. En estos elementos, reconocemos que el énfasis del estudio de su Palabra, acompañadas de intensos tiempos de oración y el complemento de las predicaciones que reflejan la doctrina de nuestro Señor Jesucristo, dieron forma y cuerpo al Movimiento Pentecostal en Chile y que son el modelo a replicar en las iglesias pentecostales de hoy. Es por eso que la obra Pentecostal del Chile de nuestra época, año 2021, recuerda con alegría y gozo en el Señor por las bendiciones heredadas de ese gran Avivamiento Pentecostal del cual somos herederos. Bendito sea el Nombre del Señor. ¡Gloria a Dios, por siempre!
Bibliografía
- “Historia del Movimiento Pentecostal en Chile», del autor W. Hoover.
- http://www.corporacionsendas.cl/promociondvd.php